domingo, 23 de diciembre de 2018

Nostalgia de Domingo en la tarde



No sabes cuánto anhelo tenerte de nuevo a mi lado
 En nuestra cama
 Acariciando tus manos
Sintiendo el calor de tu cuerpo junto al mío
escuchando tu risa descomplicada  
 y tu reclinada sobre mi pecho

 Eres el mejor regalo que Dios  me ha dado
 Y siempre le daré gracias por ello

 Eres la mujer perfecta para mí
 Con todo y tus malos ratos como los tiene cualquiera
 Noble, tan noble como el fruto que brota de la tierra en tiempos de cosecha
 Tus manos me han restaurado
 Y los besos de tu boca me han bendecido
 Perfecta
 Simplemente perfecta
 Te amo



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