sábado, 4 de febrero de 2017

Ella

Ella se dumio  abanicándose  en la vieja mecedora escuchando melodías de amores lejanos
 Tan lejanos como la  adolescencia temprana
Y con los ojos cerrados alcanzó cada una de las estrellas del principito
Y con un suspiro se le fue el alma por  la ventana   hacia el mar lejano 
Y dejó navegar sus sueños hacia el azul  infinito

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