Se me ahoga el pecho y se me quedan allí contenidas mil palabras gruesas
Ya
no puedo escribir : “la noche está estrellada y titilan los astros a lo
lejos”
Ni
puerilidades ni marikadas desas
Ya
el frio de la mañana no tiene como abrigarse
Ni
espero la hora de recreo con ansias como antes
El
tiempo simplemente pasa sobre mi igual que un tren de carga
Me
falta la Inspiración y ya no puedo caminar tan raudo y decidido
La
rutina que como el moho lo invade todo, también me invade
Tu
olvido e indolencia hacen mella aunque no quiera
El
día a día se torna yerto y no produce ni una lagrima,
ni
siquiera una sonrisa cierta
Por
lo demás estamos todos bien.